La panadería salvadoreña! (Aug. 27)
Este mes Lucas cumplió cuatro años! Y con este gran logro, decidimos que ya es tiempo de actualizar nuestro blog en español.
Celebramos el día de su cumpleaños en la Isla de Whidbey con casi toda la familia — tías, primas, abuel@s, hasta el perro Bruno. Lucas estaba muy feliz, sobre todo cuando fuimos a la feria y pudo ver de cerca a patos, perros, cabras, llamas, y vacas. A Lucas le encantan los animales mas que cualquier otra cosa.
Cuando regresamos a Seattle, decidimos que era tiempo que Lucas conociera la famosa “Salvadorean Bakery,” el restaurate, panadería, y pupusería mas famosa de la comunidad salvadoreña en Seattle. Nos sentamos en la mesa del Monseñor Romero, y tomamos la oportunidad de educar a Lucas sobre la historia de represión, la injerencia imperialista de los EEUU y lucha revolucionaria en El Salvador. (Nos sorpredió cuando le llamaba más la atención las piñatas que la ponencia sobre la historia. Regresaremos a los cinco años cuando tiene mas comprensión del contexto politico internacional.) Fue una visita sabrosa para nosotros, y también algo nostalgico, ya que muy antes de que existiera Lucas, nos conocimos (Krista y Miguel/Burke) en El Salvador. (haga click para agrandar las fotos)
Un poco de la historia reciente de Lucas…
Hace año y medio, nos mudamos de Washington DC a Seattle. Ha sido una gran transición. Nos tuvimos que despedir de una comunidad de amistades y compañer@s increibles — muchas personas que son como familia, como tíos y tías de Lucas, y que nos hacen mucha falta en Seattle. Pero hay muchas ventajas tambien de vivir en la costa oeste. Tenemos nuestras familias biológicas aquí, y es una área hermosa, con muchos parques, playas, montañas, lagos, y vida silvestre que podemos accesar y explorar con un niño con mucha curiosidad que anda en silla de ruedas.
En Septiembre del año pasado, seis meses después de llegar en Seattle, Lucas empezó la escuela. Cuatro días de la semana llega el pequeño bus amarillo y lo lleva — junto con una de sus enfermeras — a la escuela. Los primeros días fueron para nosotros algo difíciles, ya que era cosa tan nueva que Lucas salía y tenía experiencias en el mundo sin uno de nosotros a su lado. Tuvimos la gran fortuna de encontrar una escuela donde las maestras y terapistas hacen grandes esfuerzos por apoyar, ayudar, e incluir a Lucas en todas las actividades de la escuela. También tenemos a dos enfermeras muy capaces y que quieren mucho a Lucas, y esto le facilita mucho su participación en la escuela. Y a Lucas le encanta la escuela, sobre todo la música y los libros.
A pesar de los retos de su enfermedad, Lucas sigue bastante bien de salud la mayoría del tiempo. Hemos podido viajar en nuestro camioneta que puede acomodar su silla de ruedas. Fuimos a ver la familia de Krista en Oregon, viajamos a las islas cerca de Seattle donde viven los papas de Miguel, y este julio viajamos por avión hasta Minneapolis para participar en la conferencia de familias afectadas por MTM (la enfermedad que tiene Lucas). Como MTM es una enfermedad muy rara, eramos pocos familias en la conferencia. Sin embargo, para nosotros fue una experiencia muy enriquecedor al poder compartir nuestra vida con otros para quienes todo el equipo médico, las medidas precaucionarias, y el cuidado médico que hacemos es algo “normal.” Y fue lindo conocer a otros niños como Lucas.
Ahora que Lucas es más grande, y su salud es mucho más estable, hay días en que nuestra vida como familia puede parecer un poco “normal,” hasta un poco fácil. Y luego hay días — cuando Lucas se enferma y acabamos en el hospital, o cuando sentimos un poco de envidia de las amistades que viajan a El Salvador u otros paises — que vivir con discapacidades siente mas difícil. En Noviembre del año pasado Lucas tuvo un accidente grave y por unos minutos no pudo respirar. La enfermera que estaba con el llamó a los paramédicos, y nosotros corremos al hospital para esperar la ambulancia. Cuando Lucas llegó estaba gris, y no sabiamos si sobreviviría, y luego tuvimos que esperar a ver si iba a recuperar funciones del cerebro después de no tener oxígeno por tanto tiempo. Afortunadamente tuvimos que esperar pocos días para ver que todo de Lucas – incluso su gran sentido de humor – había sobrevivido.
Y parece que, como muchos niños, Lucas sabe disfrutar la vida casi todo el tiempo. Goza de los libros y todo tipo de animal (y libros sobre animales.) Se esta convertiendo en un niño que disfruta conocer a muchas personas, incluso en la acciones politicas (ver aqui para fotos de un día de cabildeo que hicimos). Y le encanta hacer bromas. Cuando Lucas logra que todos se ríen, su cara brilla con orgullo. Incluso las noches cuando no puede dormir y nos despierta a las 2 de la madrugada, nos saluda con “hola mi dulce!!” y logra hacerlo casi imposible enojarnos mucho con él.